lunes, 17 de noviembre de 2014

CONFUNDIDO ENTRE DOS MUNDOS

_En la vida no todo es felicidad ni alegría. Hay personas que por circunstancias de la vida no les toca vivir un mundo normal_ dijo Jesús, quien nunca se imaginó que a sus 14 años la vida le depararía un mundo lleno de maltratos de parte de su padrastro, quien lo violaba desde los 10 años. Este terrible hecho tal vez le ha hecho negar una gran verdad que no quiere reconocer.

Ver a este niño que, a pesar de su apariencia de 20 años, debería estar en el colegio haciendo las cosas de mocosos de su edad, convertido en todo un hombre, sorprende. Nació en el distrito populoso de San Juan de Lurigancho y fue fruto de un matrimonio de provincianos. Su madre fue vendedora de tamales y su padre, un modesto carpintero que, lamentablemente, falleció de cáncer cuando él tenía 4 años. Jesús lo recuerda con mucho cariño.

 _Recuerdo que papá me sacaba al parque todos los domingos y me compraba ese algodón de azúcar que hasta hoy como cuando voy a alguna feria. Es lo único que llena tal vez ese vacío de mi vida_ dijo y luego señaló que aquel recuerdo le movió el piso. Luego me dio la espalda por unos minutos para luego regresar con esa sonrisa pícara que tenía.

La pura verdad

Tras una charla muy amena y de confianza, me confesó que se dedicaba a ser prostituto y que su estatura (1.75 m.), fisonomía y aparentar más edad le había favorecido mucho.
Qué ocurrió para tomar una decisión tan tracen delta en tu vida _un día como cualquiera al terminar de trabajar el dueño me llamó a su oficina y me dijo que simplemente ya no necesitaba de mí, que reduciría personal y que me fuera._ Cómo te sentiste _la verdad, mal no sabía qué hacer y pensé en buscar a mi amigo Diego  en alguna oportunidad me dijo que si quería trabajo él me podía ayudar pues tenía amigos empresarios que gustosos me recibirían.

Y lo buscaste _estaba desesperado quedarme sin trabajo me aterraba, no tener dinero era  algo que me quitaba el sueño y si lo busque, le dije que no tenía trabajo y simplemente  atine a buscarte para ver si de repente alguno de sus amigos me podría dar chamba de lo que fuese ganarme la vida y juntar dinero para ayudar a mi mama y mis hermanos me preocupaba.


Inocencia perdida

Cuando murió su padre biológico, él tenía tan solo 5 años. Luego, su madre se comprometió 2 años después con otro hombre, con quien tiene una hermanita de 5 años y un hermano de 3 años. Ella trabajaba vendiendo tamales al costado de una panadería por su casa para sustentar a su familia, puesto que su padrastro gastaba su dinero en borracheras. Cuando llegaba a casa, maltrataba a su madre y tenía relaciones forzadas con ella, casi en frente de él y sus dos hermanos. _Mi mamá simplemente se dejaba llevar, no ponía resistencia, pero era imposible los golpes y la fuerza eran lo que el buscaba.

_Un día mi madre se encontraba trabajando y mis hermanos estaban en casa de la vecina jugando con sus hijos y me encontraba en casa haciendo los quehaceres, antes de irme al colegio. Él me cogió muy fuerte de las manos y me empujó contra la pared y sosteniéndome fuerte, me violó. Decirte lo que sentí es algo que trato de no recordar, pero en ese momento sentí que mi vida ya no era la misma como que mi mente se abrió. Mi inocencia se desvanecía en ese mismo momento. Al parecer, su madre sabía, pero se hacía la desentendida.

_Al cumplir los 13 años, ya no fui al colegio y tampoco regresé a casa. Salí a buscar trabajo y llegué a Miraflores y en un restaurante se esos fichos donde tenían un cartel de se necesita joven para lavar platos, fue donde comenzó mi nueva vida.
El dueño del local lo acogió en un cuarto de la azotea, al igual que a otros jóvenes que no tenían dónde dormir. _Tenía 3 meses en aquel restaurante y un día un mozo no llegó a trabajar y el dueño me colocó de mozo. Fue entonces cuando conocí a un hombre de 50 años, de nombre Diego, que me dejaba muy buenas propinas.

Un día, cuando atendió a Diego, este lo invitó a salir. Luego, le pregunté si realmente sabía lo que hacía y él respondió: _verdad, me dije, pensé que hacer amigos mayores me ayudaría mucho a aprender de la vida, a desenvolverme. Fuimos al cine a cenar y me invitó a su departamento y la verdad creo que, entre juego y juego, acabamos en la cama._
Era increíble ver cómo se atrevió a tener sexo con un hombre mayor, cuando hace poco había sufrido el abuso por parte de su padrastro. Le insistí: _ con Diego fue diferente. Él no me forzó a nada; simplemente pasó todo de una manera natural, cómo explicarlo; el tipo me sedujo. Su experiencia, saber lo bueno y lo malo. Fue tan natural todo y después pasó unas cuantas veces más. Fue tan cariñoso. Me hablaba al oído cosas bonitas y cosas subidas de tono. El contacto con su cuerpo fue algo tan nuevo para mí.


La confusión

Le increpé si era bisexual, gay o cómo se definía y contestó con mucha seguridad: _la verdad no sé; no podría definirme, pues me sentí cómodo.
Este hombre atractivo, de tez clara y ojos caramelo, fue el que le ofreció cambiar su vida en cuestión de segundos: _Yo creí que sería un trabajo de oficinista, pero me sorprendió ver salir a un muchacho llegando al departamento de Diego. Habló de unos clientes y de dinero. Mayor fue mi sorpresa cuando la propuesta era ser acompañante ocasional de las entidades más cotizadas del círculo limeño.

La gran decisión

Me contó que estaba desesperado y que optó por aceptar la propuesta por la gran cantidad de dinero que le ofreció a cambio: _Logré obtener lo que todo muchacho de mi edad anhelaba tener. Estoy terminando el colegio en menos de lo que canta un gallo.

_La verdad sé que este negocio no es eterno. Tengo metas y una de ellas está casi cumplida. Busqué a mi madre y a mis hermanos, después de un tiempo, y la ayudé a terminar la construcción de la casa y la amoblé con lo necesario. Son lo más importante  en mi vida.

Jesús, a tan corta edad, había madurado precozmente y sobre todo no se deja vencer por su dramático pasado: _Para mí, la vida cambió con lo que mi padrastro me hacía cada noche, y, como te dije, algunos nacen con estrella y otros en una cloaca. Depende de uno salir de ese agujero. En mi caso, tuve suerte. Diego y los chicos con los que trabajo se han convertido en mi segundo hogar.

Le pregunté si sentía vergüenza de su oficio. Simplemente, me sonrió y me dijo que ello solo se tiene para robar; al contrario, aprendió a utilizar lo que tenía a la mano: su físico inigualable y su carita de ángel motivan a tomar sus servicios, sin dudarlo.
Me afirmó que solo llegó ha llegado a mantener relaciones con aquellos dioses del Olimpo que se encuentra cuando salía a las discotecas a divertirse.

A pesar de todo lo que le ocurrió, siempre tiene presente a su madre y a sus dos hermanos. Así, Jesús culminó nuestra entrevista con una reflexión: _El pilar de mi vida es mi familia. A pesar, de todo lo que hago, ella siempre está en mi mente para poder continuar con la cruda realidad que me acecha día a día.






Escribe  Christian GALARCEP








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