domingo, 16 de noviembre de 2014

EXPERIENCIAS DE UN VIAJE MARCADO EN LA DESDEPERACIÓN

Hace dos semanas realicé un viaje con dirección a Argentina para asistir al congreso, ENACOM, que se llevó a cabo en la provincia de Mendoza. Para poder llegar aquel lugar tenía que realizar paradas en distintos lugares,  lo cual me permitió conocer diferentes tradiciones y costumbres.
Al estar  sentada en el terminal sentía que mi corazón latía a mil por horas, no sabía que iba pasar en aquel viaje solo cavilaba  volver con vida. El camino que escogimos no era nada fácil, se podría decir un poco apretado y complicado.
Al llegar la hora de partir me despedí de mi madre y las madres de mis amigos  con quienes iba a realizar este viaje, nos colocamos en la cola para que nos hagan las revisiones correspondientes antes de subir al bus.
Una vez arriba se me fue toda la preocupación y solo sentía la alegría de poder viajar y conocer nuevos lugares. Este bus nos trasladaría de lima a Tacna y llegaríamos al día siguiente, en toda la travesía pasaban muchas cosas por mi cabeza de cómo sería el lugar y de cómo nos recibiría las personal de allá.
Al llegar a la heroica y encantadora ciudad de Tacna se podía apreciar sus atractivos históricos culturales, bellos paisajes y hermosa población, lo triste fue que solo podíamos estar una tarde, en la noche teníamos que partir a desaguadero, la frontera de Perú y Bolivia, al estar en esta hermosa ciudad pude conocer sus calles y lugares turísticos lo que me permitió aprender más sobre mi país.
Al rebasar las siete de la noche tenía que regresar al terminal todo el recorrido estuve dormida hasta que sentí un fuerte frio que penetró mis huesos, lo que me despertó de inmediato. Rápidamente agarre mi celular, miré la hora, eran las 6 de la mañana. Levanté la cortina para ver un cartel que me indique donde me encontraba, pero lo único que pude apreciar y disfrutar fue observar  grandes cordilleras llenas de nevado blanco y un  esplendoroso cielo.
Al amanecer mis amigos se levantaron, al parecer, también por el fuerte frio. No sabía qué hacer ni que ponerme. Lo que hice fue sentarme al medio de los dos  taparnos con la colcha y entre nosotros generar calor. Sin darnos cuenta nos quedamos dormidos por varias horas.
Para nuestra suerte nos levantamos al frente del lago Titicaca, nos quedamos totalmente anonadados por tan hermoso y gigantesco lago, rodeado de caballitos de totora que adornaba la hermosa naturaleza. Al continuar observando  me di cuenta que las nubes rosaban el lago como si estuvieran unidos, era algo realmente bello que enganchaba y no me permitía mirar a otro lado.
Al llegar a desaguadero corría un fuerte viento que por un momento pensé que me terminaría arrastrando lo cual era algo realmente absurdo, al cruzar la frontera me sentí un poco insegura era porque no estaba en mi país y no tenía la misma protección, al continuar caminando observaba señores bien peinados y mujeres mal vestidas como que no les importaba verse bien y niños que correteaban con una alegría inmensa en su rostro, muchas de estas personas nos quedaban observando detenidamente como si les hubiéramos hacer daño, se notaba que eran muy desconfiadas.
Al subir al colectivo que nos trasladaría a la paz, fortuitamente sube un señor y se sienta a lado mío, fue tanta mi curiosidad de preguntarle que carro cogería de la paz a la frontera que termine preguntándole, en tanto que me explicaba cómo llegar me dio un consejo, “Que tenga mucho cuidado porque acá en Bolivia hay muchos secuestros y que no confié en nadie”, fue un consejo que me puso la piel de gallina me asuste demasiado lo único que se me vino a la mente  fue orar en voz baja pidiéndole al señor que me proteja en todo mi viaje.
Al llegar a la paz me sorprendí mucho pensé encontrar un país bonito y limpio pero era todo lo contrario parecía que el presidente no se preocupaba por su país, sin embargo al bajar del colectivo y observar todo el lugar paso algo que me llamo rápidamente la atención, el último piso de todas las casas tenía  forma de un castillo era algo magnífico que no podía dejar de observar lastimosamente no existía casas así en mi país (Perú).
Después de quedarnos mirando por un buen tiempo cogimos las maletas, cruzamos el puente y caminamos hasta donde nos ubico el señor, esperamos un colectivo que nos traslade al terminal más cercano, que nos permita llegar a Oruro, para nuestra suerte en 10 minutos salía un carro con dirección a ese lugar así que pagamos nuestro pasaje subimos lo más rápido posible, nos sentamos juntos no queríamos separarnos sentíamos mucho miedo y preocupación, al instante de estar sentados nos quedamos dormidos estábamos muy cansados casi todo el día de un lado a otro sin poder descansar.
Tan solo nos quedamos dormidos un par de horas nos fuimos levantando uno por uno sin saber donde estábamos, preguntamos a un señor que se encontraba cerca de nosotros ¿Dónde estamos? y solo nos respondió falta mucho para Oruro, nos estábamos dando cuenta de lo grosera que eran las personas de ese lugar, como estábamos soñolientos nos quedamos dormidos  y nos levantamos muy cerca de aquel lugar.
Al momento de estar en Oruro nos dirigimos  rápidamente a la estación de tren, a coger el primer tren  que nos lleve con dirección  a  villazón, para nuestra suerte había uno que salía a las siete de la noche era la hora perfecta para partir, así  nos podía dar tiempo de ir a comer.
Al caminar por sus calles pudimos encontrar un pasacalle muy hermoso se estaba celebrando el “carnaval de la primavera” se podía aprecia unas vestimentas que brillaba como una estrella en medio de la oscuridad, era la expresión artesanal más genuina del pueblo boliviano, se podía distinguir distintos tipos de vestimentas y bailes típicos del lugar como la Morenada, la Diablada, Caporales, kullawada quienes son  bailes característicos de ese lugar.
Regresando a la estación de trenes se podía ver la ciudad más limpia y ordenada que la capital. Sentía una gran desesperación por subir al tren y que me llevara lo más pronto  a villazón, al parecer no fue una buena idea coger ese tren ya que se tardó un día y medio en llegar, lo cual originaba que nos desesperemos más de lo normal, nos quedaba solo dos días para llegar y el tiempo corría más rápido de lo común. Sin embargo la ciudad histórica era súper hermosa por sus monumentos religiosos y civiles, sus calles, su gente y por supuesto, por su majestuoso e imponente Cerro Rico.
Al estar en la frontera ya nos sentíamos más calmados, las personas de ese lugar eran muy cordiales y educadas. En  Jujuy nos dimos con una sorpresa no había carro que nos traslade hasta Mendoza teníamos que esperar hasta el día siguiente, finalmente no llegaríamos al primer día de conferencia, la estadía en Jujuy fue bonita y acogedora, no todo era tristeza ya que pudimos conocer un poco de su cultura.
Al  siguiente día  partimos a Mendoza, teníamos miedo de cómo nos recibirían ya que estábamos llegando fuera de tiempo, para llegar a este pueblo nos pasamos diecinueve horas en el bus, se nos hacia una eternidad llegar, conforme pasaba el tiempo conocíamos lugares hermosos que jamás había visto, se notaba que eran personas que respetaban mucho sus leyes, las ciudades eran limpias y ordenadas.
Al estar muy cerca de Mendoza mi corazón empezó a latir mucho más de lo normal, era por la gran alegría que sentía en aquel momento, me encontraba en el lugar que había esperado varios días. Al bajar del bus tomamos un colectivo que nos lleve a Julio Le Park era el lugar donde se estaba realizando la conferencia.
Nos sentamos a esperar que pasara alguien de la universidad para poderles comunicar nuestra llegada, después de unos minutos nos encontramos con nuestra coordinadora y la encargada del congreso, lo cual nos  recibió con mucha amabilidad y cortesía, en el camino nos realizaban preguntas del porque estábamos llegando ese día y no el día anterior entonces le explicamos lo sucedido.
El hotel era muy bonito y cómodo, nos presentaron a nuestros compañeros de las universidades de chile y argentina lo cual se estableció una comunicación de inmediato, empezamos a intercambiar ideas y cultura que motivo una bonita amistad.
Al día siguiente nos levantamos muy temprano para cambiarnos, desayunar e ir a la conferencia, la movilidad llegaba a las 8 de la mañana y teníamos que estar listo a esa hora, al entrar a las salas presentía una emoción y unas ganas tremendas de saber cómo se desarrollaban los medios de comunicación de aquel lugar.
Las exposiciones eran presentadas  por alumnos que iban culminados su carrera universitaria  y su proyecto de tesis era expuesto ante un jurado, quienes eran autoridades de la organización. Cada expositor tenía 15 minutos para exponer para luego culminar con las preguntas, cada sala contaba con cuatro expositores, todo esto se iniciaba a las 8 de la mañana y culminaba a las 12 del día.

El congreso finalizó con la entrega de certificados a todos los alumnos asistentes.





"El esplendoroso Lago Titicaca".



"Entrando a Bolivia".



Escribe  Seshyra RAMOS

2 comentarios:

Claudia Paucar Diosis dijo...

UNA LINDA EXPERIENCIA QUE JAMÁS OLVIDARAN ;) BUEN TRABAJO SECHY.

Luis Antonio Torres A. dijo...

Al leer tu trabajo senti que vivia la experiencia que viviste, en el viaje que hiciste hacia Argentina.
Felicidades Gisel, bonito trabajo. :3

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