Hace
dos semanas realicé un viaje con dirección a Argentina para asistir al congreso,
ENACOM, que se llevó a cabo en la provincia de Mendoza. Para poder llegar aquel
lugar tenía que realizar paradas en distintos lugares, lo cual me permitió conocer diferentes tradiciones
y costumbres.
Al
estar sentada en el terminal sentía que
mi corazón latía a mil por horas, no sabía que iba pasar en aquel viaje solo cavilaba
volver con vida. El camino que escogimos
no era nada fácil, se podría decir un poco apretado y complicado.
Al
llegar la hora de partir me despedí de mi madre y las madres de mis amigos con quienes iba a realizar este viaje, nos
colocamos en la cola para que nos hagan las revisiones correspondientes antes
de subir al bus.
Una
vez arriba se me fue toda la preocupación y solo sentía la alegría de poder viajar
y conocer nuevos lugares. Este bus nos trasladaría de lima a Tacna y llegaríamos
al día siguiente, en toda la travesía pasaban muchas cosas por mi cabeza de
cómo sería el lugar y de cómo nos recibiría las personal de allá.
Al
llegar a la heroica y encantadora ciudad de Tacna se podía apreciar sus
atractivos históricos culturales, bellos paisajes y hermosa población, lo
triste fue que solo podíamos estar una tarde, en la noche teníamos que partir a
desaguadero, la frontera de Perú y Bolivia, al estar en esta hermosa ciudad
pude conocer sus calles y lugares turísticos lo que me permitió aprender más
sobre mi país.
Al rebasar
las siete de la noche tenía que regresar al terminal todo el recorrido estuve dormida
hasta que sentí un fuerte frio que penetró mis huesos, lo que me despertó de
inmediato. Rápidamente agarre mi celular, miré la hora, eran las 6 de la mañana.
Levanté la cortina para ver un cartel que me indique donde me encontraba, pero
lo único que pude apreciar y disfrutar fue observar grandes cordilleras llenas de nevado blanco y
un esplendoroso cielo.
Al amanecer
mis amigos se levantaron, al parecer, también por el fuerte frio. No sabía qué
hacer ni que ponerme. Lo que hice fue sentarme al medio de los dos taparnos con la colcha y entre nosotros
generar calor. Sin darnos cuenta nos quedamos dormidos por varias horas.
Para
nuestra suerte nos levantamos al frente del lago Titicaca, nos quedamos
totalmente anonadados por tan hermoso y gigantesco lago, rodeado de caballitos
de totora que adornaba la hermosa naturaleza. Al continuar observando me di cuenta que las nubes rosaban el lago
como si estuvieran unidos, era algo realmente bello que enganchaba y no me
permitía mirar a otro lado.
Al
llegar a desaguadero corría un fuerte viento que por un momento pensé que me
terminaría arrastrando lo cual era algo realmente absurdo, al cruzar la
frontera me sentí un poco insegura era porque no estaba en mi país y no tenía
la misma protección, al continuar caminando observaba señores bien peinados y
mujeres mal vestidas como que no les importaba verse bien y niños que
correteaban con una alegría inmensa en su rostro, muchas de estas personas nos
quedaban observando detenidamente como si les hubiéramos hacer daño, se notaba
que eran muy desconfiadas.
Al
subir al colectivo que nos trasladaría a la paz, fortuitamente sube un señor y
se sienta a lado mío, fue tanta mi curiosidad de preguntarle que carro cogería
de la paz a la frontera que termine preguntándole, en tanto que me explicaba
cómo llegar me dio un consejo, “Que tenga mucho cuidado porque acá en Bolivia
hay muchos secuestros y que no confié en nadie”, fue un consejo que me puso la
piel de gallina me asuste demasiado lo único que se me vino a la mente fue orar en voz baja pidiéndole al señor que
me proteja en todo mi viaje.
Al
llegar a la paz me sorprendí mucho pensé encontrar un país bonito y limpio pero
era todo lo contrario parecía que el presidente no se preocupaba por su país, sin
embargo al bajar del colectivo y observar todo el lugar paso algo que me llamo
rápidamente la atención, el último piso de todas las casas tenía forma de un castillo era algo magnífico que no
podía dejar de observar lastimosamente no existía casas así en mi país (Perú).
Después
de quedarnos mirando por un buen tiempo cogimos las maletas, cruzamos el puente
y caminamos hasta donde nos ubico el señor, esperamos un colectivo que nos
traslade al terminal más cercano, que nos permita llegar a Oruro, para nuestra
suerte en 10 minutos salía un carro con dirección a ese lugar así que pagamos
nuestro pasaje subimos lo más rápido posible, nos sentamos juntos no queríamos
separarnos sentíamos mucho miedo y preocupación, al instante de estar sentados
nos quedamos dormidos estábamos muy cansados casi todo el día de un lado a otro
sin poder descansar.
Tan
solo nos quedamos dormidos un par de horas nos fuimos levantando uno por uno
sin saber donde estábamos, preguntamos a un señor que se encontraba cerca de
nosotros ¿Dónde estamos? y solo nos respondió falta mucho para Oruro, nos
estábamos dando cuenta de lo grosera que eran las personas de ese lugar, como
estábamos soñolientos nos quedamos dormidos y nos levantamos muy cerca de aquel lugar.
Al
momento de estar en Oruro nos dirigimos
rápidamente a la estación de tren, a coger el primer tren que nos lleve con dirección a
villazón, para nuestra suerte había uno que salía a las siete de la
noche era la hora perfecta para partir, así
nos podía dar tiempo de ir a comer.
Al
caminar por sus calles pudimos encontrar un pasacalle muy hermoso se estaba
celebrando el “carnaval de la primavera” se podía aprecia unas vestimentas que
brillaba como una estrella en medio de la oscuridad, era la expresión artesanal
más genuina del pueblo boliviano, se podía distinguir distintos tipos de
vestimentas y bailes típicos del lugar como la Morenada, la Diablada,
Caporales, kullawada quienes son bailes
característicos de ese lugar.
Regresando
a la estación de trenes se podía ver la ciudad más limpia y ordenada que la
capital. Sentía una gran desesperación por subir al tren y que me llevara lo
más pronto a villazón, al parecer no fue
una buena idea coger ese tren ya que se tardó un día y medio en llegar, lo cual
originaba que nos desesperemos más de lo normal, nos quedaba solo dos días para
llegar y el tiempo corría más rápido de lo común. Sin embargo la ciudad
histórica era súper hermosa por sus monumentos religiosos y civiles, sus
calles, su gente y por supuesto, por su majestuoso e imponente Cerro Rico.
Al
estar en la frontera ya nos sentíamos más calmados, las personas de ese lugar
eran muy cordiales y educadas. En Jujuy
nos dimos con una sorpresa no había carro que nos traslade hasta Mendoza teníamos
que esperar hasta el día siguiente, finalmente no llegaríamos al primer día de
conferencia, la estadía en Jujuy fue bonita y acogedora, no todo era tristeza
ya que pudimos conocer un poco de su cultura.
Al siguiente día partimos a Mendoza, teníamos miedo de cómo nos
recibirían ya que estábamos llegando fuera de tiempo, para llegar a este pueblo
nos pasamos diecinueve horas en el bus, se nos hacia una eternidad llegar,
conforme pasaba el tiempo conocíamos lugares hermosos que jamás había visto, se
notaba que eran personas que respetaban mucho sus leyes, las ciudades eran
limpias y ordenadas.
Al
estar muy cerca de Mendoza mi corazón empezó a latir mucho más de lo normal,
era por la gran alegría que sentía en aquel momento, me encontraba en el lugar
que había esperado varios días. Al bajar del bus tomamos un colectivo que nos
lleve a Julio Le Park era el lugar donde se estaba realizando la conferencia.
Nos
sentamos a esperar que pasara alguien de la universidad para poderles comunicar
nuestra llegada, después de unos minutos nos encontramos con nuestra
coordinadora y la encargada del congreso, lo cual nos recibió con mucha amabilidad y cortesía, en
el camino nos realizaban preguntas del porque estábamos llegando ese día y no
el día anterior entonces le explicamos lo sucedido.
El
hotel era muy bonito y cómodo, nos presentaron a nuestros compañeros de las
universidades de chile y argentina lo cual se estableció una comunicación de
inmediato, empezamos a intercambiar ideas y cultura que motivo una bonita
amistad.
Al día
siguiente nos levantamos muy temprano para cambiarnos, desayunar e ir a la
conferencia, la movilidad llegaba a las 8 de la mañana y teníamos que estar
listo a esa hora, al entrar a las salas presentía una emoción y unas ganas
tremendas de saber cómo se desarrollaban los medios de comunicación de aquel
lugar.
Las
exposiciones eran presentadas por
alumnos que iban culminados su carrera universitaria y su proyecto de tesis era expuesto ante un
jurado, quienes eran autoridades de la organización. Cada expositor tenía 15 minutos
para exponer para luego culminar con las preguntas, cada sala contaba con
cuatro expositores, todo esto se iniciaba a las 8 de la mañana y culminaba a
las 12 del día.
El
congreso finalizó con la entrega de certificados a todos los alumnos
asistentes.
2 comentarios:
UNA LINDA EXPERIENCIA QUE JAMÁS OLVIDARAN ;) BUEN TRABAJO SECHY.
Al leer tu trabajo senti que vivia la experiencia que viviste, en el viaje que hiciste hacia Argentina.
Felicidades Gisel, bonito trabajo. :3
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