UN PERIODISTA ENTRE EL CAMINO DE DIOS Y SU PROFESIÓN

Luis Enrique Gallergos García, de 45 años, es un exitoso periodista dedicado al área de Comunicación Social del M.M.M. (Movimiento Misionero Mundial) pentecostés del Perú, en donde se desenvuelve de manera didáctica en el área televisiva. Su trabajo es su sueño hecho realidad.

Acerca de su carrera

_El periodismo es una actividad que consiste en recolectar, sintetizar, jerarquizar y publicar información relativa a algo de la actualidad, por lo cual me siento muy feliz_ afirmó orgullosamente.

Eligió ser Comunicador Social 

Sobre sus estudios, comenzó a contarme: _Terminé el colegio en el año 87. Estuve casi dos años sin saber qué hacer con mi vida, pero decidí entonces tomar un test vocacional. A mí me gustaba leer, escribir mis pensamientos, crear historias, por lo que me dijeron que podría estudiar psicología, derecho o comunicación. Pero decidí estudiar derecho, ya que solo se aprende las normas, leyes, etc. 

_Luego de un tiempo, opté también por estudiar periodismo, ya que me gustaba mucho escribir. Llevé algunos cursos en la Bausate y Mesa en 1990 y gracias al curso de Redacción me dieron la facilidad de entrar rápidamente a la universidad. Aprendí todo lo relacionado al teatro, llevé periodismo televisivo, periodismo radial y estudié locución.

Dios influyó en él 

 Para Luis Enrique toda persona nace con un talento con ciertas capacidades como dice la biblia. Uno tiene que ser realista con la sabiduría  que Dios nos puede dar. En segundo lugar, me comentó que también es importante cuando uno va descubriendo sus propias capacidades y contar con el apoyo de su familia y sus amigos más cercanos.

_Aún me queda mucho por aprender y mejorar, ya que en todas las carreras uno tiene que estar en constante crecimiento. 

Si hay dinero para pagar un curso o un taller, es bienvenido. Siempre uno está buscando nuevas expresiones, como las palabras técnicas que van apareciendo de acuerdo a la carrera.

_Dios me capacitó mentalmente cuando ingresé a su medio de comunicación, que es Bethel TV. Ahí siempre buscamos  dar sentido más positivo a las noticias, buscar las que son buenas y darles una base o un fundamento sobre la palabra de Dios_ me contaba mientras me servía un vaso de agua. El calor era insoportable pero aún teníamos mucho que conversar. 

Una buena vocación 

Para tener ese vocabulario amplio que lo caracteriza, confesó: _ En mis oraciones, en una carta, en un guion televisivo, en una nota periodística que puedo realizar, es donde mejora mi vocabulario para expresarme de una manera más clara. Mi vocabulario viene a ser más elaborado.

_Tengo un problema, cuando  hablo normalmente, tartamudeo, pero si tú me pones en frente un micrófono para narrar una noticia, es como si todo ese nerviosismo desapareciera. Eres otra persona, hablas y hablas y no dejas de hablar.

_Una persona siempre va a tener defectos, por eso debo agradecer a mi madre que desde pequeño me inculcó la lectura. Desde entonces siempre me gusto leer las obras de Gabriel García Márquez, de Isabel Allende,  también leer libros de psicología, todo eso me ayudaba en mi vocabulario, en mi redacción. A parte en los cursos de locución y de oratoria, he llevado análisis transaccional en relaciones humanas.

Oportunidad de elegir una profesión   

_ Supongamos que uno se puede encarnar, o sea tener varias vidas, elegiría varias profesiones o diversos talentos. Por ejemplo, uno de los talentos que hubiera querido tener, es el del poder cantar o actuar. He visto la mano de Dios, no sé cuántas veces he estado llorando en la banca o en el altar pidiendo a Dios que me puede dar una buena voz para poder dar un especial, pero para la gloria de Dios, que pueda llegar a los corazones de la gente.

_También me hubiera gustado estudiar psicología, ya que te da muchas herramientas importantes. Es un error que muchos cristianos rechacen la psicología, cuando se basa en la neta idea de la filosofía o en el entendimiento humano. Pero si tú usas la psicología para entender diferentes caracteres o diferentes personalidades, cuales son los problemas o las cosas que puede haber en la mente de esas personas, es importante para que tú también puedes ayudarles espiritualmente. Una vez conocí a una psicóloga que cuando se convirtió al cristianismo ella dijo: “Yo he sido psicóloga por más de 10 años y que importante es que el psicólogo pueda ayudar a la gente pero es limitado. Solo ve el neuma del ser humano, mejor dicho, ve la psiquis. Dios ve el alma, la profundidad del problema del ser humano, que es lo que se alberga fondo de nuestro ser, lo que contamina nuestro corazón y aquello que se expresa en nuestras actitudes”. Ella, como cristiana, se sintió más realizada en su carrera después de haber conocido al señor y ayudó en la iglesia donde hace consejería espiritual, basándose en los fundamentos psicológicos que tiene.  

_Otra cosa que me hubiera gustado ser es un gran basquetbolista. Desgraciadamente, por las enfermedades que pase desde niño y adolecente, nunca pude practicar ese deporte que tanto me gustaba_ Me confesó con un poco de tristeza y remordimiento.

Proyectos y metas    

Mientras miraba arriba, como imaginando un futuro próximo, me conto: _Pido a Dios que me pueda ayudar a tener la solvencia económica como para llevar talleres de actuación y así poder enseñar a personas de la iglesia, donde ahora están comprando cámaras y equipos para poder grabar las predicas de sus pastores. Esto les puede servir para hacer  campañas evangélicas, eventos para familias o para jóvenes.

_Quiero aprender más de lo que es actuación, que Dios me siga capacitando en lo que él quiera y someterme a lo que me pida_

La experiencia más grande que ha vivido con Dios

Hay varias áreas en el canal, varias áreas de producción, incluso en la radio. Siempre le piden  ayuda en la locución o en la redacción. En esta convención que realizó la iglesia del Movimiento Misionero Mundial, le pidieron que les ayudara para hacer un casting, fue algo breve pero se sintió satisfecho. Cuando le dicen: “Luis Enrique quiero que me ayudes en algo”, siente que es importante y, lo principal, siente que es considerado por Dios.

Luego de esta breve charla, me invitó un almuerzo con la amabilidad que lo caracteriza y con una sonrisa en el rostro me invitó a participar de una charla el próximo fin de semana. Estaba muy emocionado al respecto. Terminamos de comer y me sirvió gelatina en un pequeño envase plástico floreado. Me ofreció su ayuda para cualquier cosa que necesite realizar en mi carrera o en el día a día, me acompañó hasta la puerta y nos despedimos cordialmente.  

"Luis Enrique en su centro de trabajo".

Escribe  Andrea SILVA