Prostitución en la Calle de las Pizzas
La angustia parece invadirlas. Rondan la
calle de las pizzas en Miraflores en busca de algo de dinero. La noche se
vuelve fría, pero a ellas no parece importarles. Visten con minifaldas, tacones
altos y abrigan sus cuerpos con una casaca y algo del “amor” que intentan
vender.
Se
encuentran perfectamente maquilladas, con los labios totalmente rojos y cada
una con una cartera de cuero negra. No todas pasan los 35 años de edad. Algunas
con un cuerpo de infarto y otras con unos kilos de más.
Están
en una esquina conversando o riendo. Miran los cuerpos de los transeúntes con
el único objetivo de atraerlos para ganarse el pan de cada noche. Sin ser
presuntuosas, comienzan a abrir los deseos carnales de aquellos lobos en busca
de diversión barata. Quizás aquellas mujeres intenten venderse para pagar el
alquiler, para ayudar a sus hijos o simplemente porque no conocen otra forma de
ganarse la vida.
Una
de ellas parece ser nueva. Demasiado bonita. Piel blanca, cara redonda, ojos
verdes y pestañas largas rizadas.La noche parece congelarla y al mismo tiempo
cubrirla con su manto protector. Solo viste unas mayas rotas, una minifalda
negra y una casaca de cuero. Ella no trae cartera.
Sus
facciones son demasiado finas, pero el modo en el que se ha maquillado la hace
ver como una muñeca de porcelana, con las mejillas totalmente ruborizadas. Parece
tener miedo y cual buitres, los lobos comienzan a rondarla preguntándole a la
dama que se encuentra a su lado: “¿Cuánto cuesta?”.
Los
ojos de éste ángel nocturno comienzan a llenarse de lágrimas. Entre sus
compañeras empiezan a cuchichear que es “su primera vez”. Algunas de sus
amigas, ya veteranas, le aconsejan que no tenga miedo. La primera vez será un
martirio, pero luego, se acostumbrará, enfatizan.
Sus
manos estrujan su falda y, con total resignación, acepta irse con el mejor
postor: un lobo regordete, ya afectado por la calvicie, pero eso sí, con el
dinero suficiente para pagar por un poco del amor que aquella muchachita está
dispuesta a compartirle en una noche de bajos instintos.
Mientras
sube al auto de aquel lobo, un Audi deportivo, totalmente negro, derrama una
lágrima. Parece ser que hoy pierde la inocencia y comienza una nueva etapa más
en su vida. Desde hoy comenzará a deteriorar su amor vendiéndolo todas las
noches por un par de billetes. Desde hoy tendrá que acostumbrarse a acostarse
con un extraño cada noche. Desde hoy tendrá que decirle adiós a los cuentos de
hadas y tener que besar a cada sapo, pero no para encontrar a su príncipe azul,
sino para pagar los gastos de su propio reino.
Escribe Sheylla REDHEAD
3 comentarios:
“La prostitución es uno de los oficios más antiguos del mundo que lamentablemente algunas personas ya sea por necesidad o por simple gusto; la siguen ejerciendo. Mientras sigan habiendo crueles sátiros que ofrecen un par de monedas para satisfacer sus deseos más bajos, esto no cambiará”… Bien la redacción.
“Claro ejemplo de supervivencia en las calles, y esto sucede a diario desgraciadamente. Sin embargo soy de la idea que se pueden ganar la vida de otras maneras”… Excelente el cierre, bien ahí.
me gusto.... :)
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