EL CÁNCER DE MAMA NO MATA

El cáncer de mama es el problema más frecuente en mujeres de todo el mundo, un mal que no conoce la discriminación y por eso no se le escapa nadie. Es la multiplicación, sin control ni orden, de células epiteliales que recubren los conductos de la mama hasta crear un tumor, cual puede ser benigno o maligno y se inicia como una anomalía simple, pero que sin ayuda médica se convierte en una muy grave, y puede llevar a la muerte.

Normalmente los tumores benignos son relacionados con factores genéticos, producen dolor e inflamación. Estos no se multiplican en el resto del organismo y no se consideran tan peligrosos como los malignos que, a diferencia de los otros, sí se multiplican invadiendo tejidos vecinos y, finalmente, en otras partes del cuerpo. 

Causas

_ ¿Cómo pudo pasar? Si yo llevé una vida sana. No me drogué; no fumé nunca_ dice Roxana Diez, al recordar lo que le dijo al médico apenas le dieron la noticia.

No existe una sola razón precisa o exacta que explique la invasión de este mal en el cuerpo de una mujer. Por ejemplo, una de las razones es que se trate de un mal genético; es decir, si hubo algún familiar con cáncer de mama, probablemente también la persona  lo padecerá.

El ADN (ácido desoxirribonucleico) es la sustancia química conformado por nuestros genes, estos son las perfectas instrucciones de cómo funcionarán nuestras células. Generalmente se asemejan a nuestros padres ya que de ellos proviene el ADN, sin embargo afecta mucho más que nuestra apariencia.

Algunos genes se encargan de controlar el crecimiento de nuestras células, la división y muerte de ellas. Los encargados de la división tienen la denominación de oncogenes, los que causan la demora en la división y muerte de células son llamados genes supresores de tumores. Entonces, los cambios o mutaciones que se generen en ADN por los oncogenes o genes supresores pueden provocar que las celular normales de los senos se vuelvan cancerosas.

Mitos del cáncer

Lo que generalmente sucede es que al saber que nadie en la familia padeció cáncer de mama, se cree que no se padecerá el mal, pero esto no es más que un simple mito. Por eso, si alguien tuvo o no la enfermedad en la familia, igual debe darse las respectivas revisiones.

Asimismo, una persona menor de 40 años también podría enfermar, solo que hay menos posibilidades.

_El tener hijos antes de los treinta no te impide tener cáncer_ dice José Fabio Medina, un médico experto en el tema._ pues aunque hayan más probabilidades de tenerlo sin procrear hijos a esa edad, no significa que llenando la casa de niños, harás que la enfermedad huya.

¿Qué hay de las personas mayores? Ellas resultan ser muy cuidadosas con este tema y hasta han llegado a pensar que el desodorante causa cáncer de mama, guiadas a partir del encuentro de un componente químico que también existe en el tumor cancerígeno, pero no hay, hasta ahora, algo que compruebe rotundamente que el desodorante sea culpable. Es definitivamente un mito.

¿Cómo prevenirlo?

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el cáncer de mama es la tercera causa de muerte en el mundo en el sexo femenino y tiene una tasa anual del 0.5%. Ocho de cada diez mujeres han padecido este mal y sólo tres lo han detectado a tiempo porque solamente ellas conocían el método de revisión.

_Jamás en la vida se me cruzó el cáncer por la cabeza_ menciona Roxana Diez, que por miedo a encontrarse algún bulto en los senos, jamás se revisó, pero ahora ha aprendido y le enseña cómo hacerlo a sus hijas.

Se inicia con un autoexamen, que consiste en revisarse las mamas donde el primer requisito es no estar menstruando en esos días y el segundo, y más importante, acudir a un médico apenas se encuentre algo extraño.

El espejo tendrá protagonismo en la escena, pues tendrás que utilizarlo para revisar cuidadosamente si, comparado tus senos, alguno de los dos tiene algo diferente al otro. Por ejemplo, uno podría estar un tanto más abajo que otro o podrás notar si tienes la piel naranja. Esos serán los síntomas que deben llamar la atención en la primera fase.

De pie, se coloca el brazo del seno que se va a revisar y con el contrario y ayuda de  la yema de los dedos, palpar suavemente. Si se encuentra pequeños bultos, hay que acudir inmediatamente a un médico.  Este segundo paso puede realizarse, también, acostada. Hacerlo debe ser rutinario. Un diagnóstico oportuno puede salvar la vida.

Hasta ahora, la edad prudente de hacerse una mamografía sigue siendo polémico. Generalmente, se recomienda sea entre los cuarenta a cincuenta años y deben hacerse cada dos años. Iniciando los cincuenta años, las mamografías deben ser anualmente.

La lucha contra el cáncer

_ ¿Qué haría sin un seno?_ se preguntaba Roxana, después de oir que probablemente se le extraería uno se ellos.

La cirugía es usada para diagnosticar el cáncer, determinar su estado y abatirlo. La biopsia resulta muy común si se trata de adquirir un diagnóstico. Consiste en tomar una muestra de tejido sospechoso de ser canceroso para ser examinado por un especialista.

Cuando la cirugía se emplea como tratamiento, a menudo el cáncer y algún tejido son extraído y, en algunos caso, esta cirugía es suficiente para eliminar el mal. Todo dependerá de la magnitud de la enfermedad.

_Yo superé el cáncer_ dice Roxana Diez, quien a sus 38 años dejó atrás el cáncer de mama y siguió junto a sus dos hijas. Demostró así que la vida no termina con malas noticias.

¿Qué hizo?_ Todo tiene solución, menos la muerte_ asegura Roxana. Es que claro, caer en depresión en esos días difíciles a partir del cáncer es un punto en contra.

Roxana inició la quimioterapia, utilizado para interrumpir las células cancerígenas, ya sea destruyéndolas o impidiendo su multiplicación. Este tratamiento hace referencia al uso de fármacos, puede ser administrado oralmente o inyectado. La células normales son más resistentes a los medicamentes porque dejan de dividirse cuando las condiciones ya no son favorables.

Las células más afectadas son las que se hallan en la médula ósea y la pared del intestino. La muerte de las células sanas es lo que produce los efectos secundarios de la quimioterapia, tales como la caída del cabello.

_Fui directamente a la peluquería a penas supe que tenía cáncer y la muchacha del local no me rapó, me dejó el cabello muy corto, así que salí furiosa de ahí_ recuerda Roxana  entre risas._ Llegué a casa y encontré a mi hija usando pañoleta_ Sigue, con una sonrisa tierna. La nena mayor (14) se había cortado el cabello muy pegado para lucir como su madre, un gesto de amor de película.

Roxana siguió el tratamiento al pie de la letra, pero en sus últimos controles volvió a tener bultos, lo que ocasionó retraso frente a la victoria contra el cáncer. Por eso, la disciplina en los controles con las pastillas y quimioterapias es muy importante hasta el final, ya que en tu último control pueden volver a aparecer células cancerígenas. Pero si se sigue rigurosamente las indicaciones del médico, el cáncer será una enfermedad vencida y curada.

"Cáncer de mama".

Escribe  Jessica TORRES