Iquitos, la capital de Loreto, está ubicada en el corazón de la selva peruana. Hasta aquí solo se puede llegar por vía aérea o fluvial. Esta calurosa y alegre ciudad es la tentación de los turistas de todas partes del mundo. La historia de este hermoso lugar está escrita en sus calles.
VISITA INCOMPARABLE
Visitar Iquitos es una
experiencia incomparable, pues conocerla resulta casi imprescindible. En todo
su esplendor, se aprecia las elegantes construcciones que nos dejó el “boom del
caucho” cuando todo era un hervidero de riqueza. La belleza de esta tierra está
ligada al Río Amazonas, ya que fue nominada como una de las siete maravillas
naturales del mundo y esto hizo que el mundo ponga sus ojos, principalmente en
el Perú.
Al llegar a esta ciudad del
oriente peruano, es imposible no visitar los atractivos turísticos: la catedral,
situada enfrente de la Plaza de Armas. La Casa de Fierro, cuyo diseño se atribuye al arquitecto francés
Gustavo Eiffel, el mismo que diseñó la Torre Eiffel, el ex hotel Palace,
considerado el mejor y más lujoso de la Amazonía peruana.
Asimismo, el Malecón Tarapacá ofrece
una atractiva vista panorámica del río Amazonas y del puerto de Belén. El Museo
Amazónico preserva esculturas de fibra de vidrio en tamaño natural que
representan a los principales grupos étnicos de la Amazonía peruana, brasileña
y venezolana. En el Complejo Turístico de Quistococha se puede disfrutar de una
playa artificial conocida como “Tunchi Playa”, además del zoológico. El inmenso
y antiguo Río Amazonas, que, como sabemos, es el río más largo y caudaloso del
mundo.
CIUDAD SEDUCTORA EN TODOS LOS
ASPECTOS
Este mundo exótico, para
muchos soñado y para otros, desconocido, seduce a sus visitantes con sus
variadas comidas, con la amabilidad y euforia de su gente y con sus lugares
turísticos que guardan un importante legado histórico. En su Plaza de Armas y
sus avenidas se respira vida porque a pesar de la tecnología existente, la
naturaleza sigue viva en la cuidad.
Aunque Iquitos sigue siendo la
misma desde hace años, la calidad y la atención al turista ha mejorado. Hay
hoteles bastante buenos y también restaurantes donde puedes comer muy rico sin
acordarte del sofocante calor que hay afuera. El importante detalle es que tiene un clima muy variado entre
cálido y lluvioso, pero vale la pena experimentarlo.
EL ACOGEDOR BARRIO DE BELÉN
Si existe un lugar que reúne
todo la fuerza y vida de esta capital, ese es el mercado y barrio de Belén.
Este mercado es el más grande y famoso de la selva, donde a cada paso nos
ofrecen un pedacito del bosque. Allí acude gente de todos los barrios, pues encuentras
de todo. Belén y su sofocante escenario tiene más de 4000 comerciantes. Andar
por ese mercado es como hacer un safari en la selva, pero allí no se dispara ni
toman fotos; allí se come rico.
A lo largo del mercado se
puede apreciar una variedad de pescados: enormes gamitanas que se lucen
orgullosas, carachamas que viven un día fuera del agua, boquichicos, doncellas
y dorados bien deliciosos. También se distinguen, los singulares suris, esos
gusanitos que se comen a la parrilla y que son muy nutritivos. De igual manera,
los mapachos, que son los cigarros de la selva, puro tabaco. Son más fuertes,
pero naturales.
A un lado del mercado, tenemos
a la vista el barrio de Belén. Está a un lado del río Itaya en la zona baja de
la ciudad de Iquitos. También conocida como La Venecia Amazónica, ya que entre
enero y mayo el río sube radicalmente y todo se inunda. Por ello, las casas
están sobre ligas de maderas y los primeros pisos se quedan tapados por el
agua. Después, viene el invierno y la vida continúa igual. Belén es un lugar
pobre, pero a pesar de las carencias la gente es amable y alegre. El rio es
parte de la vida en Belén, por esas aguas las personas se movilizan a diario; a
comprar, a vender, a trabajar y a estudiar.
CUANDO CAE LA NOCHE EN IQUITOS
Jhon López, iquiteño de
nacimiento, aflora los recuerdos de su tierra y declara: _Al llegar la noche,
Iquitos se pone divertido. En el malecón la gente y sus bares no descansan. Las
discotecas y los bares son chéveres, yo recomendaría la discoteca “Noa” o el
bar “Musmuqui” donde hay todos los tragos de la Amazonía, bueno aunque hay una
variedad de novedosos lugares que se podría disfrutar por la noche. Hay un
innovador restaurante que está en el mismo río, la vista es espectacular. Por
todo ello, Iquitos para mí, es una ciudad increíble y única. Los iquiteños
siempre demuestran, a los turistas, su
amabilidad y alegría. Estoy ansioso por regresar y disfrutar de la
comida y de los lugares turísticos, pero el trabajo todavía no me lo permite.
PASAJE PAQUITO
Este iquiteño nos relata que
siempre conseguía sus medicinas naturales en este lugar y le eran efectivas. Está
muy cerca del mercado de Belén; con ella la cuidad se pone más selvática. Allí
se halla todos los puestos de medicina naturista, hay tragos exóticos hechos de
aguardiente y cortezas, de hojas y frutos de la selva. De inmediato, uno se
encuentra con diversos licores, bebidas afrodisiacas y tónicos para cualquier
carencia, con nombres muy peculiares: 7 raíces, levante Lázaro, rompe calzón,
21 raíces, uña de gato, chuchuhuasi, sangre de grado, entre otros. A este
callejón mercantil siempre acuden turista y residente.
EL BARRIO DE SANTO TOMÁS
Jhon también nos cuenta que
cerca al boulevard siempre están los artesanos. Ellos te trasladan en un
instante a la magia y el color de la amazonia. La madera, las escamas, las
semillas, los cocos, lianas de Ayahuasca; todo convertido en arte. Es
maravillosamente natural. Allí se encuentra: mascaras de todas las formas. Adornos
de peces, mariposas, etc. También hay lindos abanicos, collares, pulseras, entre
otras novedosas cosas que podemos escoger, y llevarnos recuerdos de esta
hermosa ciudad calurosa.
CONEXIÓN CON LA NATURALEZA
Si se sale de Iquitos y se va rumbo
sur, el río Amazonas será el universo. Cuando uno llega a la ciudad de Iquitos
después de conocer la ciudad, obviamente desea encontrarse también con la selva.
Hay muchas formas de hacerlo: te puedes ir a una comunidad y hacer turismo
vivencial o tal vez puedes, con un guía, recorrer la selva, pero la forma más
convencional de hacerlo es ir a uno de los tantos albergues que hay en la
selva. Algunos que están en el mismo río Amazonas y otros en los afluentes.
Tal es el caso de Marco
Antonio Paima, que nos cuenta su bonita experiencia al visitar un albergue, llamado
Muyuna Lodge: _ Me agradó mucho visitar este lugar, ya que es un sitio apacible
y simpático en medio de la selva a orillas del río Yanayacu. Las casas allí son
rusticas y frescas parecido a una jungla, incluso la atención es excelente
porque hay mucha demanda de turistas. También puedes ver a los animales en su
habitad, pero para ello el guía te hace un recorrido. Cuando hice el recorrido
me quede maravillado por la magia de la naturaleza, es biodiverso. En la selva
hay que estar siempre atentos, porque a cada momento te encuentras con los
verdaderos dueños del bosque. Como parte de la visita, también paseamos por el
rio Amazonas en peque-peque. Me encanta vivir esas experiencias. Son únicas.
"Belén".
"Casa de fierro".
"El barrio de Belén entre enero y mayo".
"Plaza de Armas".
Escribe Mariela VELA
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