jueves, 4 de diciembre de 2014

LA NARIZ ROJA Y LOS ZAPATOS

En una amena entrevista, conocimos a Manuel Castillo Hernández, un muchacho de  20  años y  con una personalidad muy divertida quien, con más de una década de trayectoria se desempeña como artista clown con el único fin de arrancarle una sonrisa al público que lo contempla. Tenía el rostro pintado de blanco. Los ojos  estaban decorados  de negro  y  tenía  una bolita roja acolchonada en la punta de la nariz. Lo encontramos en uno de sus innumerables espectáculos donde, antes de su show,  se animó a  responder a algunas preguntas sobre el significado de la nariz roja y los zapatos:

_La nariz roja, a mi parecer, es una fuente de energía que se transmite a quien la necesita, conectando dos sonrisas. Es el punto de encuentro de la alegría, para sí mismos y también para encontrarse con las demás personas en un mundo diferente para uno y para los demás_ expresa con tal emoción que hasta le brillaron los ojos, y con una sonrisa imborrable, continúa: _ A los payasos nos caracterizan por las narices rojas; es nuestro símbolo, nuestro escudo, nuestra esencia, es más de lo que soñé, es una dimensión diferente, _ acotó, orgulloso.

_Entendí que no solo era pararte y burlarte o reírte de los demás, sino es reírte de ti mismo, pero con un efecto enriquecedor, mostrando lo que todos evitan: el ridículo.

_Manuel se detiene, levanta la mirada y reflexiona, portando en sus manos la nariz roja que usará en el show: _ La nariz roja y el zapato sacan una parte de ti que no te gusta para hacerla graciosa y perderle el temor, siendo frágil y poderoso al mismo tiempo. Un payaso es dueño de sus sueños y Dios de su propio mundo, una mezcla perfecta de vulnerabilidad y seguridad en sí mismo que hace que el público lo ame por lo que es_ señaló con pasión, con esa voz grave como si tratase de afirmar algo que no es verdad, oyéndose en el eco, su más notable expresión.

_Al payaso no le va importar si subiste de peso, o estas en un pésimo día. En el momento que le demos cabida y lo dejemos salir, esteráremos listos para sorprendernos con lo mejor de nosotros.

EL PAYASO INTERIOR

_Cada persona tiene su propia manera de exteriorizar la energía y la de hacer surgir su parte de niño dentro. _ Considero a los payasos más humamos que a los humanos mismos, por ser capaces de experimentar lo mejor de la naturaleza sin limitaciones.  Es interesante ver cómo la energía de todo el mundo está en su personalidad. A algunas personas les gusta hablar; a otras, no. Algunos son muy racionales, mientras que otros están perpetuamente descabellados. Algunas personas tienen obsesiones, y a otros les gusta someterse a misiones imposibles. _ ¿Y tú, Manuel?, le pregunté mientras se perdía en el laberinto de palabras que salían de su memoria y cuyos labios interpretaban desesperadamente.

_ Con un silencio sepulcral se quedó después de la pregunta que le hice, no sabía si estaba pensando o rebobinando sus experiencias para explicarme tremendo tema, al cabo de un cierto tiempo, finalmente me respondió: El payaso interior de Manuel no siempre se parece a la persona que es en su vida diaria. Es como si fuera un lado del recién nacido de nosotros que necesita ser alimentado y guiado.

Según él, al  investigar profundamente sobre el tema,  fue donde encontró otra manera de entrar a la esencia del payaso, a través del contexto y las circunstancias. También señaló que es importante amar, pues a partir de eso llegas a lo que menos quieres: la risa, que  funciona como un pegamento social, para afianzar las relaciones entre los miembros de un grupo. No nos reímos cuando estamos contentos y felices, sino que lo hacemos sólo en presencia de otras personas o imaginando que estamos acompañados.

PAYASO O CLOWN

Le pregunté cuál es la diferencia entre un clown  y un payaso, y esto fue lo que dijo:
_En realidad es lo mismo. Payaso tiene el término de una connotación algo negativa o diferente a lo que queremos transmitir. Antes, yo no me consideraba payaso, pues lo relacionaba con estar en el circo o en las calles haciendo  cosas que hagan reír al público espectador al contar chistes, pero ahora yo digo que soy un payaso por ese motivo. Mi  felicidad es el arte y por eso escogí este medio artístico tan directo con el público_ enfatizó con  palabras puntuales _. En teatro llevas tu material a escena, y en clown llevas tu material al público, es decir, no tienes la información completa, pero el público te va poniendo luz, por dónde sí o por dónde no, si estás tenso, no ves el faro y haces lo que tienes en la cabeza, pero si el trabajo es correcto, realmente el público es tu faro.

Y si hablamos de relación de la persona con el clown, ese trabajo es “complicado”.  Lo describo al ver el estado de Manuel, ya que con sus palabras puedo  sentir la infatigable labor que realiza. Al respecto, enfatizó: _sí, porque como clown no puedes mentir; tienes que ser tú mismo dentro del concepto, ¡No vas a actuar! ¡Vas a ser clown! Cuando haces de bufón, o melodrama o cualquier otro tipo de teatro, puedes “escaparte”, pero como clown, no. El clown te toca a ti mismo. Cuando tú tienes un problema, tu clown va a tener el mismo problema o si eres una persona muy despistada, tu clown será despistado.

LA RISA OCULTA EL DOLOR

_Si bien el payaso resulta terapéutico para muchas personas, trabajar la técnica del payaso no equivale a una terapia psicológica_ señaló con una mirada segura y palabras precisas al tema_. El clown puede abrir muchas puertas y ayudarte a explorar sobre ti y conocerte. Sin embargo, su  objetivo no es psicoterapéutico.

_Creo que  a todos nos ha pasado que al reírnos nos olvidamos de nuestros problemas y nos relajamos en esos momentos, siendo la risa  inmediata, auditiva y visible en un momento de carcajada, _ le respondí como si fuera una experta hablando a su nivel.
_Se trata de hacer reír a la gente y también de explorar hasta qué nivel puedes hacer reír a la gente. Una sonrisa en la cara también es reír, pero entre una sonrisa y una carcajada hay mucha diferencia.

Para Manuel, el payaso toca profundamente tu alma, es ser un personaje todo el tiempo, siendo el espejo de los fracasos de la vida; mostrándolo sobre el escenario, y a la vez nos comenta sobre un gran mensaje que le dejó uno de sus maestros: “Si nos caemos, volvámonos a levantar, tengamos nuestros sueños claros para ir hacia ellos”.

_Su  gran satisfacción es ver una  sonrisa cálida  de sus espectadores en el teatro. Su destreza  en la comedia lo ha  llevado ser querido por la audiencia. Ahora  tiene planeado escribir cortometrajes, películas, montarlas y así. Lo que es el marketing le está gustando mucho.


Espera alcanzar los sueños que  se trazó con ayuda de Dios  y la de su familia, quienes jamás dejaron de creer en él y en su talento de ser un simple payaso pero feliz persona.


"Manuel Catillo Hernández".


Escribe  Andrea SILVA

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades Andrea. muy interesante tu trabajo

Anónimo dijo...

Es un trabajo muy fuerte para los payasitos.. Lo lei y me encanto te felicito

Anónimo dijo...

El trabajo de ellos es muy fuerte, sigue asi Andrea te felicito

seshyra ramos arias dijo...

Este trabajo no es nada fácil, va de la mano con el talento y este joven lo tiene. felicidades

Unknown dijo...

Considero el trabajo mas divertido que existe, pero como ya lo dijeron, nada fácil. Arrancarle una sonrisa a un niño debe ser la recompensa que todos quisiéramos.Él es un artista, y se gana la vida de buena manera. Felicidades Andrea, buena entrevista.

Publicar un comentario